Comer de Manera Intuitiva. Otra Forma de Nutrirte en la Cuarentena.
Algo que muchas personas temen, es el poder llevar su alimentación durante esta época de cuarentena o bien cuando por alguna razón tenemos que permanecer en casa por una temporada. Y este miedo no es para nada irracional, sucede que cuando estamos en casa podemos experimentar la llamada hambre emocional, la cual, es aquella que se presenta cuando estamos aburridos, tristes, ansiosos o estresados.
De tal manera que, tener guías que nos indiquen la mejor manera para poder nutrirnos adecuadamente mientras estamos una larga temporada en casa, siempre viene bien. En este artículo, la nutrióloga Lupita Hernandez nos enseño a ajustar nuestras calorías para poder mantener nuestro peso estable.
En esta entrada compartiré contigo, otra manera de nutrirte estos días de cuarentena. Recuerda que en la vida, no hay verdades absolutas, vivir es más bien un cambio constante al cual hay que ir ajustándose constantemente, ayer eramos humanos aparentemente sanos que caminaban libre y tranquilamente por las calles, y hoy somos humanos conscientes de la fragilidad de la vida, resguardados en nuestros hogares.
Definamos Comer de Manera Intuitiva
Comer de manera intuitiva, es la forma que guíó nuestra nutrición durante gran parte de nuestra infancia y es la misma que guía al resto de las especies de este planeta, las cuales, además parecen tener mejor salud que nuestra especie.
Un bebé no necesita que un nutriólogo le expliqué a él o a su madre, la composición que debe contener la leche, ni la frecuencia en que debe consumirla. Cuando somos niños además, sabemos bien cuándo y de qué tenemos hambre a cada momento del día. Lastimosamente todo este sistema, se va dañando a medida que debemos ajustarnos al horario de comidas familiares y sobre todo al tipo de dieta que lleven nuestros cuidadores.
De igual manera, el resto de las especies saben bien qué y cuánto comer, sin necesidad de contar calorías ni manejar macronutrientes, ellos simplemente salen a cazar cuándo el hambre se presenta y terminan de comer cuándo alcanzan la saciedad. Cabe mencionar, que todos estos animales a los que me refiero, no tienen sobrepeso ni enfermedades derivadas de ello. El ser humano es la única especie en el planeta que ha logrado aumentar su esperanza de vida, pero no hemos tenido el mismo éxito en cuanto a calidad se refiere, es decir, vivimos más años, pero en gran medida, esos años suelen estar acompañados de enfermedad y necesidad de medicamentos.
¿Cuándo Dejamos De Comer de Manera Intuitiva?
Las causas como siempre son multifactoriales y cada situación potencia como efecto dominó al resto de factores. Lo bueno de todo esto, es que esta inteligencia que siempre ha estado con nosotros, sigue presente, sólo que para acceder a ella tenemos que hacer cambios que para muchos de nosotros, serán cambios radicales, sobre todo en la comunidad fitness donde nos hemos cargado de tanta información que puede afectar directamente a esta desconexión corporal.
El daño ocurre desde la infancia cuando los “expertos” nos dicen de qué manera “debemos” alimentar a nuestros bebés. El problema con seguir recomendaciones sin flaquear, es que muchas de estas recomendaciones, hoy son positivas y mañana descubren que es malísimo, afectando la nutrición de nuestro pequeño y también generando un cargo de conciencia sobre nosotras mismas.
Pero la historia no termina con la lactancia, estas sugerencias continúan en el periodo de alimentación complementaria y siguen hasta la etapa de la senectud cuando nos dicen de qué manera “debe” comer el adulto mayor. Estamos rodeados de tantos y tantos “deberíamos” que parece que hacer caso a nuestro cuerpo no es necesario, basta con seguir las 500 mil recomendaciones de los expertos.
Por otro lado, cuando decidimos ignorar dietas y hacer caso a las sensaciones de nuestro cuerpo, podemos confundir emociones desagradables e incluso agradables con hambre, por ejemplo al estar tristes, estresados o felices. En cada una de estas emociones, podemos fácilmente, mal nutrirnos. Pero el cuerpo es súper inteligente, te muestra que no necesitabas tanto pan, inflamando tu abdomen, o tanta azúcar bajando tu energía o en general tanta comida, aumentando tu peso.
Una malnutrición además genera el tercer nivel de daño que es cuando hay una falla orgánica, afectando nuestros órganos y sus funciones y entonces presentamos diabetes, hiper o hipotiroidismo, entre muchas otras enfermedades que terminan por desregular aún más nuestras sensaciones de hambre y saciedad.
Aprovechando La Cuarentena
Este periodo de tiempo de resguardo en casa, es un buen momento para poner en práctica el nutrirnos de manera intuitiva, lo primero que tenemos que hacer, es tener a la disposición de todos los que comemos en casa, alimentos densos en nutrientes, tales como: vegetales y frutas, proteínas, grasas como aguacate, semillas y aceites de calidad, carbohidratos complejos como avena, amaranto, arroz y frutas.
En esta temporada será bueno apoyarnos de productos congelados y enlatados hasta que la vida vuelva a la normalidad, en este caso solo cuida que tus alimentos no contengan en lista de ingredientes palabras como “almidón” y “azúcares”.
Si en tu alacena aún viven alimentos con bajo contenido en nutrientes como galletas, papas fritas y dulces, no te preocupes, recuerda que todo cabe en la dieta sabiéndolo acomodar, aunque es probable que a medida que mejores la calidad de tus alimentos, este tipo de comida te apetezca cada vez menos, sea como sea, no juzgues tu apetito y siempre agradece las señales que tu cuerpo envia.
Algo importante a hacer en casa en período de cuarentena, es fijar bien tus horarios de comida, estos pueden ser los que llevabas habitualmente o quiza observando tu cuerpo, descubras que realmente no te apetece desayunar a la misma hora de siempre. Haz caso de estas sensaciones y con el pasar de los días ve fijando los horarios de comida que regirán este periodo de tiempo.
El paso más importante a dar cuando vamos a comer de manera intuitiva, es dejar de contar calorías, macronutrientes, equivalentes y dejar de pesar y medir. Cómo nutrióloga y como experiencia personal puedo decirte que este paso puede dar miedo a algunas personas, pero con el paso de los días verás que es un miedo racional y notarás que puedes confiar totalmente en tu cuerpo.
Preguntas Que Pueden Ayudarte
Puedes partir de intentar comer en tus horarios habituales, en cada uno de estos horarios pregúntate ¿Realmente tengo hambre?, no pienses en que si la glucosa, el metabolismo, la nutrióloga, el coach, el hígado o el páncreas, lleva tu atención a tu estómago ¿puedes definir qué se siente tener hambre?. Una vez comprendido que no es hambre puedes monitorear tu estómago cada 30 minutos. En dado caso de que sí sea hambre puedes plantearte las siguientes preguntas:
Si tu alacena y refrigerador están llenos de alimentos de los cuales tu abuela se sentiría orgullosa y sobre todo CONOCE, puedes armarte un plato con los elementos que encuentres ahí. Tal vez quieres algo dulce y cremoso: Yogurt griego sin azúcar con plátano, o quizá quieres algo fresco y crujiente: pepino con limón y sal, o que tal algo salado y crujiente: puño de semillas mixtas.
Elementos De Mi Plato De Comida
Idealmente (falta consultar con el experto, tu estómago) cada comida debe tener fibra que encontramos en los vegetales, proteína que puede ser animal (pollo, res, huevo) o vegetal (frijoles, quinoa, tofu), grasas (aguacate, aceite de oliva, chocolate 80%) y carbohidratos (cereales o fruta).
Dentro del grupo de cereales puedes meter ese producto ultra procesado como galletas, panes, papitas, sólo toma en cuenta que muy probablemente ahí ya también tengamos la grasita de nuestro plato, recuerda siempre servir una porción y evitar comer directo del empaque.
Hay a quienes les sirve iniciar su comida con esa galleta o bien dejarla al final como postre, es tú tarea descifrar a qué grupo perteneces. La sugerencia en casa es hacer 3 tiempos de comida, evita los snacks entre comidas que pueden llevarte a seguir comiendo y comiendo y comiendo en la comodidad de tu casa frente al televisor.
Si necesitas más apoyo para nutrirte durante esta temporada, puedes unirte a al familia Fit Fighters en donde nutriológas, entrenadores y alumnos te acompañamos en este camino, además, si no tienes gimnasio, puedes acceder a nuestras rutinas emergentes en casa, especiales para periodos de cuarentena.