Alimentos que no son tan “Malos” como parecen - Parte 1
En este mundo los temas simples no existen y menos cuando hablamos acerca de recomendaciones nutricionales, pues claro, lo que a algunos les puede resultar positivo, a otros no tanto.
Con demasiada frecuencia se han emitido juicios generales sobre alimentos que a primera vista o bajo ciertos paradigmas anticuados parecían ser dañinos, pero tras nuevos análisis quizás no lo resulten tanto como se pensaba.
A continuación, algunas comidas de las cuales probablemente hayas escuchado que debías mantenerte alejado porque eran “malas”, pero que en realidad podrían llegar a ser buenas dependiendo de tus objetivos.
1. Comidas Fritas
Durante años te han dicho que debes evitar a toda costa las frituras, aunque de seguro tienes algún familiar o conocido que está cerca de cumplir 90 años y bien que disfruta de desayunar bacon con huevos fritos.
Como a menudo lo aseguran granjeros de larga vida, los alimentos fritos no son realmente menos saludables que los no fritos.
Es cierto que cocinar en aceite agregará algunas calorías, pero muchas vitaminas liposolubles como A, D, E y K, junto con betacaroteno (batatas), licopeno (tomates) y luteína (espinacas y col rizada) necesitan grasa para ser absorbidas por el cuerpo.
Sin embargo, debes seguir algunas pautas:
Usa solo aceites que tengan un alto “punto de humeo”, que es la temperatura en la cual el aceite comienza a descomponerse y generar humo.
El sobrecalentamiento cambia la composición química del aceite a cosas que podrían no ser tan saludables, así que usa aceites como el de oliva, aguacate, cacahuete, nuez o sésamo para freír a alta temperatura.
Otras grasas, como la mantequilla o el aceite de coco, simplemente tienen un punto de humo demasiado bajo para cocinar cuando se usan altas temperaturas.
Sin embargo, para freír a baja temperatura, use aceite de coco, mantequilla de vacas alimentadas con pasto o aceite de oliva virgen extra.
2. Grasas Trans
Hace algunos años nadie, excepto algunos grupos de químicos tildados de nerd o cerebritos conocía lo que las grasas trans eran realmente.
En la actualidad todos las relacionan por ser principal causante de enfermedades cardíacas, escondidas en alimentos procesados, palomitas de maíz de microondas y margarina; agazapadas y preparadas para dar un salto directo hacia tus arterias.
Pero… lo que no es muy conocido es que existen grasas trans que son beneficiosas para la salud de tu corazón, y que además poseen propiedades “quema grasas” y anticancerígenas.
La más conocida de este grupo es el Ácido Linoleico Conjugado (CLA por sus siglas en inglés). Este puede ser encontrado en grandes cantidades en carnes de animales alimentados con pasto, lácteos, y también es producido en pequeños niveles en tu cuerpo.
Numerosos estudios han demostrado que el CLA reduce el riesgo de enfermedades coronarias, diabetes tipo II e incluso disminuye el crecimiento y metástasis de tumores.
Estas grasas insaturadas son difícilmente encontradas en la naturaleza, pero suelen ser muy utilizadas en alimentos que han sido sometidos a procesos industrializados. Son temidas porque generan una doble amenaza a la salud cardiovascular, elevando el colesterol malo y bajando el bueno.
3. Arroz Blanco
Si existe un exponente de la comida sana, este bien podría ser el arroz integral. El cual a primera vista posee considerables ventajas sobre el blanco, suministra mayores cantidades de proteína, fibra y eleva en menor medida el azúcar en sangre.
Pero todos estos datos, no son más que pequeños detalles. La cantidad de proteína que contiene es ínfima si se la compara con cualquier carne; respecto a la fibra, frutas y vegetales poseen mayor cantidad y otros nutrientes. Y si bien no eleva tanto el azúcar en sangre como el arroz blanco, si a este último se lo combina con otros alimentos como aceite, carne, o vegetales, el pico de azúcar se verá amortiguado.
Pero hay otro tema sobre el arroz integral que lo hace particularmente problemático, y es la presencia de ácido fítico, un compuesto ubicado en el salvado (parte que le da el color marrón característico)
El ácido fítico, para explicar de manera simple, atrapa o fija ciertos minerales, además de inhibir enzimas que necesitas para digerir los alimentos. Esto hace que muchos valiosos nutrientes no terminen de ser absorbidos.
Es por esto que el arroz blanco, a pesar de décadas de propaganda, es a menudo un alimento superior, especialmente para atletas.