Aprende a Comer un Postre
Dentro del mundo del fitness tenemos a un grupo de personas que piensan y predican que la dieta debe de ser casi casi sabor a cartón, entre menos placer mejor y por supuesto los postres son cosa del lado oscuro y que si tu caes ante la tentación de un postre, ya no eres digno de llamarte una persona fitness.
Bajo las creencias de que la dieta es lo más importante para un cuerpo impresionante o que los abdominales se hacen en la cocina, vamos etiquetando a los alimentos entre los “amigos del fitness” y “los enemigos del fitness” y de esta manera, disfrutar de nuestra comida y de nuestros postres favoritos se va tornando cada vez lejano.
Nos guste o no, comer es uno de los grandes placeres de la vida y no sólo ello sino que además es algo que hacemos a diario, de tal manera que hacer de este proceso algo agradable es necesario e incluso humano para poder tener una vida en armonía. Claro que todo en perfecto equilibrio pues un abuso nos guiará rápidamente hacia un cuerpo enfermo.
En esta entrada quiero darnos el permiso a todas las personas FIT para poder comer nuestro postre favorito y 5 pasos para disfrutarlo al máximo.
Paso 1: Date Permiso
Básicamente de esto he hablado en la entrada de este post, necesitamos deshacernos de la creencia de que comer determinados alimentos es algo malo, lo realmente malo son los extremos, tanto abusar del consumo de cualquier alimento como de creer que algo que nos gusta es malo y evitarlo a toda costa.
¿Recuerdas cuándo eras pequeño lo mucho que disfrutabas la comida?, y si vamos un poco más atrás, comíamos y disfrutabamos al máximo cualquier alimento que nuestros padre o cuidadores nos ofrecían. En cierta manera debemos volver a ese punto sólo que ahora somos nosotros mismos los adultos responsables sobre nosotros mismos, es importante por tal lograr ese equilibrio en la calidad y sabor de nuestra dieta.
Te prometo que un postre de manera ocasional NO CAUSARÁ mayor estragos en tus metas fitness, ni habrás tirado a la basura todo tu trabajo de la semana, esto sólo es posible de lograr cuando comemos con ese gran sentimiento de culpa, la cual nos lleva fácilmente a pensamientos como “el todo o nada”, nos invaden pensamientos como: bueno ya me comí una galleta ya me como 20 y mañana retomo. También dentro de ese alimento que disfrutamos, podemos caer en el castigo, de tal manera que comemos hasta sentirnos mal físicamente para autocastigarnos de manera inconsciente.
Paso 2: Elige Sabiamente
Una vez que te has dado permiso de comer un postre y has comprendido que no eres una mala persona por hacerlo, te sugiero elegir sabiamente el postre que vas a consumir, es decir, que sea un postre que verdaderamente disfrutes y te encante. Evita caer en el sentimiento de “aprovechar”, como cuando vas a una fiesta de cumpleños y te dan una rebanada de pastel que consumes sin control cuando en realidad a ti ni te gusta el pastel.
Evita el COMER POR COMER, nutrete sólo con lo mejor, ya sea en calidad de alimentos como en tus propios gustos, ya sea que vayas al restaurante donde sí preparan el helado de chocolate como en ningún otro lugar o pasas por esa panadería donde las conchas son únicas. Que este tipo de emociones sean la guía para saber dónde y qué comer.
Paso 3: Sirvete una Porción
Inicia con una porción razonable que puede ser la sugerida en el empaque, es decir, hay que leer etiquetas, muchas veces la porción de tus galletas favoritas son 3 galletas y el paquete contiene 9 galletas. Lo ideal es ponerte “apropiado”, servirte esas 3 galletas en un platito de postre y disfrutar cada una de esas galletas o la porción de postre que hayas decidido disfrutar. Una vez terminada esa porción, toma unos minutos para evaluar si con esa porción ha sido suficiente o bien decides comer un poco más, siempre buscando llegar a la satisfacción y no al malestar físico.
Servirnos en un plato pequeño donde la porción de la impresión visual de que es una gran porción, ayuda a enviarle la señal al cerebro de saciedad. Además se dice que si el plato es azul también contribuye a este proceso de saciedad del cual no somos conscientes, es decir, estos trucos, solo los capta el cerebro. Ponlos en práctica y experimentalos por ti mismo.
Paso 4: Come con Atención
Sé que vivimos en una época muy acelerada donde casi no tenemos tiempo para dedicarnos a nosotros mismos pero es súper necesario e importante comer en un ambiente de tranquilidad, tanto para poder captar la señal de saciedad, como para poder aprovechar al máximo los nutrientes que estamos ingresando al cuerpo. Sí, tu postre favorito también tiene nutrientes, evidentemente no tantos como una fruta pero claro que contiene.
Evita tener el celular, la televisión, periódicos y sobre todo, estar peleando mientras estás nutriendo tu cuerpo. Evita amargar tu tiempo de comida y de postre, disfruta con todos tus sentidos.
Paso 5: Imagina Que Es La Última Vez Que Lo Comes
Sea un postre o tu dieta habitual, imagina que es la última comida que vas a realizar, es un poco complicado de implementar pero si te esfuerzas verás que lo consigues y con ello disfrutar al máximo cada mordida que des a cada una de tus comidas.
Y así, en 5 sencillos pasos puedes disfrutar de tu postre favorito pero por favor, extrapola estos pasos a cada comida que realices, disfruta al máximo lo que comas, evalúa a cada momento si lo que estás comiendo vale la pena y la alegría como si fuese la última comida que vayas a realizar.
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