Calorías en los Alimentos y Gasto Calórico por Actividad Física.

Antes de leer este artículo, debes saber que el cuerpo humano no gasta de inmediato las calorías del alimento que estes consumiendo, es decir, no sirve de mucho comerte una hamburguesa de 500 calorías y después de haber hecho la digestión irte a “quemar” esas 500 calorías en el gimnasio. La energía que gastamos en nuestras actividades, es el resultado de comidas pasadas que ya hemos realizado, incluso que la energía proveniente del AZÚCAR.

Primero hay que partir de porque podríamos desmayarnos, esta situación es la suma de varios factores como: la exigencia física, poco acceso a energía y bajos niveles de hidratación (minerales en el cuerpo). La manera más rápida de obtener energía, es a partir de azúcares simples, cuando no estamos consumiendo azúcar (complejas o simples), nuestro cuerpo utiliza las reservas que tenemos almacenadas como glucógeno, posteriormente utilizará la grasa corporal y finalmente la proteína (esto sería en un caso de inanición). Por lo anterior, un dulce o cualquier glucosa simple nos salvan del desmayo.

Podemos dar inicio a nuestro artículo. Desde algunos años las calorías han sido un tema “moda” en el mundo de la nutrición y el fitness. Las calorías, pasaron de estar presentes en cada alimento industrializado o empaquetado, a estar presentes en un gran número de menús de restaurantes en México.

Siguiendo con la moda fue que esta ocasión quise comparar las calorías presentes en algunos alimentos altos en grasas y azúcares, y con esas misma energía, dar ideas de comidas con mayor cantidad de nutrientes (no sólo calorías) y el gasto en 3 actividades deportivas.

Repito: 350 calorías de una hamburguesa, no desaparecen con 50 minutos corriendo a 10km/hora. 


En realidad ningún alimento por si sólo te sube de peso, ni mucho menos te hacen perderlo, es el exceso de energía y el juego hormonal que provocan determinados alimentos o combinaciones, además de la actividad física, los que logran cambiar nuestra composición física. Si comparamos nuestra hamburguesa con la opción de 1/3 pieza de aguacate, 1 pieza de jitomate, 1 tortilla y 150 gramos de carne, vemos en primer lugar que la segunda opción tiene un volumen mayor; por tal, el espacio que ocupará en nuestro estómago será mayor y por consiguiente, será un poco más complicado seguir comiendo.

Contrario a nuestra hamburguesa, la cual por los alimentos que regularmente usan, donde hay poca cantidad de fibra y gran cantidad de grasa, la saciedad será menor por dos razones, 1 el volumen y 2 la mezcla de sabores que logran provocar el deseo de querer comer más, aunque no se tenga hambre real. En este punto, nuestro cuerpo hace adaptaciones para poder cumplir tus deseos, el estómago tiene la capacidad de aumentar su tamaño hasta 8 veces, por ello, a medida que continúes comiendo hamburguesas, más fácil será ir aumentando el número de hamburguesas que eres capaz de ingresar a tu cuerpo.

En este punto debes saber que, de la misma manera tu estómago podrá albergar muchísima cantidad de aguacate, tortillas, carne, jitomate. Es decir, ambas opciones de alimentos, pueden incrementar tu capacidad gástrica si ingieres una gran cantidad.

Lo importante a rescatar aquí, es que la hamburguesa es más palatable y con menor volumen, teniendo la ventaja de poder caer en un exceso, contrario a la segunda opción de alimentos.

El amor entra por los ojos y esta regla también incluye a la comida, los postres en particular siempre tienen una cara muy linda y esta bien que de manera ocasional (SI LO APETECES), los incluyas en tu dieta, sin embargo tienes que tener cuidado a la hora de cuidar la porción. Si no es lo tuyo el medir porciones, mi sugerencia es que prefieras el consumo de fruta, está contiene fibra y agua que te darán saciedad y de nueva cuenta el volumen es mayor.

Además, el mirar platos voluminosos, engañan a nuestro cerebro enviando un sutil mensaje: ¿A poco todo eso te vas a comer?. Las comidas pequeñas no envían este mensaje visual, por ello muchas veces dejamos de comer hasta que sentimos pesadez o incomodidad en el estómago.

Elegir cereales complejos, es decir, que no han sido procesados y por tal contienen su fibra natural, ayuda a sentir el estómago lleno. Cuando elegimos un cereal de caja típico, estamos eligiendo un cereal sin fibra que además ha sido adicionado con azúcar y grasa. Un yogurt con avena y fruta aporta proteína y fibra brindando nutrición y saciedad.

Consumir alcohol es una mala idea si estamos intentando perder grasa, esto es porque también contiene calorías, si a ello le añadimos jugo de fruta (azúcar), crema de coco (grasa), estamos consiguiendo de nueva cuenta un alimento con baja nutrición, poco volumen e hiperpalable. Además si añadimos el factor “perder la razón”, podemos tomar y tomar y tomar, comprometiendo incluso nuestro entrenamiento del día siguiente.

Una opción para la etapa de definición o pérdida de grasa, sería licuar yogurt griego (proteína), rodajas de piña (fibra) y coco rallado (grasa). No solo evitarás perder la razón, sino que también te vas a nutrir y vas a saciar ese antojo por una piña colada (agrega canela, es libre y aumenta el metabolismo).

Lo que debemos rescatar de este artículo es qué, dependiendo de nuestros objetivos, estados físico y de salud actuales, optemos en mayor o menor medida por opciones con volumen y densidad nutricional.

Es decir, si gozas de una salud óptima puedes darte mayor libertad de consumir alimentos con poco volumen, alto en grasas y azúcares, si es que disfrutas de estos alimentos. Por el contrario, si tu estado de salud está comprometido, lo ideal será buscar opciones con gran volumen y alta en nutrientes el 80 o 90% de las veces. Finalmente, si eres una persona con un estado de salud altamente comprometido, entonces busca un 100%.

En Fit Fighters estamos comprometidos con ayudar en cualquier nivel de salud que te encuentres, queremos enseñarte a incluir todo tipo de alimentos, promoviendo la salud física y mental.