¿Cómo Resistir a la Comida Chatarra?
La comida chatarra es una de las principales responsables de la pandemia de obesidad que atraviesa nuestro mundo. Grandes cadenas de restaurantes de comida rápida han invadido pueblos y ciudades enteras provocando que cada vez más personas recurran a ellas para alimentarse a diario. Por supuesto que son una opción rápida y económica, pero como contraprestación de este beneficio representan un enorme peligro para la salud de todos los individuos que componen la sociedad moderna.
Por suerte Investigadores han encontrado una manera de que configures tu cerebro para que no percibas este tipo de alimentos de manera tan deliciosa como se ven.
Problemática Actual
En numerosos países del mundo los gobiernos les han exigido a restaurantes que comercializan estos productos que coloquen en sus menús y letreros el contenido calórico de cada comida. Existió mucho debate respecto a si esta estrategia provocaría algún tipo de reacción en las personas con sobrepeso para que comieran menos.
Numerosos estudios se realizaron, y la gran mayoría de ellos demostraron que a la hora de comer fuera de casa la gente no presta mucha atención a la información nutricional y elige la opción que más les apetece, sin importar que esta les brinde en una sola porción la cantidad de calorías que su cuerpo requiere para todo el día.
Pero no todo es negativo, unas pocas investigaciones encontraron que algunas personas si tomaron nota del contenido calórico de los alimentos. La agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos (FDA por sus siglas en inglés) manifiesta que la persona promedio reduciría su ingesta en 30-40 calorías si leyese el detalle calórico en el menú del restaurante. No es la gran cosa, pero algo es algo.
En estos últimos tiempos surgió una nueva investigación que profundizó un poco más en la temática llegando a analizar la actividad del principal órgano del cuerpo humano, el cerebro. Los hallazgos obtenidos, quizás puedan ayudarte a resistir la tentación de comprarte esa famosa hamburguesa o comer el helado que tanto deseas.
El estudio
Estudiantes universitarios fueron expuestos a cientos de fotos de alimentos, siendo la mayor parte ellos comida rápida y postres. Aproximadamente la mitad de los participantes se encontraba realizando dieta para perder grasa al momento del estudio. Algunas de las imágenes fueron acompañadas por la información calórica de la comida, otras no.
Los individuos fueron cuestionados acerca de cuánto querían comer cada alimento y midieron el deseo en una escala de 1 a 4, siendo uno “no tener deseo alguno” y cuatro “máximo apetito”
Las mediciones fueron llevadas a cabo mientras los individuos eran sometidos a una resonancia magnética que mostraba la actividad cerebral.
Los Resultados
Todos los estudiantes (especialmente los que se encontraban haciendo dieta) señalaron como menos apetecibles a aquellas comidas con mayor cantidad de calorías.
Lo más interesante de la investigación, es que cuando los científicos observaron los distintos datos obtenidos por las resonancias magnéticas, encontraron que las dos áreas del cerebro que motivan la conducta alimenticia mostraban una reducción en la actividad cuando los estudiantes veían las calorías de la comida.
Los que estaban haciendo dieta ya habían demostrado una reducción de actividad en estas áreas, por lo que los realmente afectado por la información calórica fueron los que no estaban llevando un régimen alimenticio específico.
Este fue el primer estudio que observó como el cerebro humano toma decisiones respecto a los alimentos cuando observa la información energética de estos. Y parece ser que la estrategia impuesta por muchos gobiernos a los restaurantes de comida rápida puede ser una muy buena idea después de todo.
¿Qué significa esto para ti?
La próxima vez que salgas a comer y estés por elegir una mega hamburguesa con papas fritas y medio litro de gaseosa, quizás al observar la información calórica en el menú termines optando por una opción un poco más saludable e igual de sabrosa como puede ser pollo o algún tipo de pescado a la parrilla.
Relacionado con el tema, este puede ser uno de los motivos por el cuál llevar un registro de lo que comes a diario funciona de manera tan efectiva. Ser plenamente consciente de las calorías que ingieres te ayuda a controlarte y por ende a perder o mantener peso.