Cuerpos Vemos… Salud NO Sabemos…

La apariencia física siempre ha sido una preocupación en el ser humano, como dice el dicho: de la vista nace el amor, pero ¿te has puesto a pensar si de alguna manera nos han condicionado?. A mí siempre me llamaron la atención los cambios en la apariencia física y de vestir que podía apreciar en mis libros de historia. La época de botero fue una que realmente me causaba mucha intriga, pues, en nuestra época, los cuerpos que Botero solía pintar sin duda alguna no reflejaban ni salud ni belleza, o eso pensaba yo.

Fue realmente hasta que estaba cursando la licenciatura en nutrición que entendí mi grave error al creer que Botero estaba confundido en la vida, durante la carrera descubrí dos aspectos que no creería posibles gracias a las condiciones en las cuales yo crecí, donde el ideal de belleza siempre ha sido con tendencia hacia algún grado de delgadez.

Lo primero que aprendí es que en el pasado tener sobrepeso u obesidad, no sólo era algo estético y socialmente aceptado, también era muestra del poder adquisitivo que se tenía, y es que en un mundo donde el alimento escaseaba, ser delgado era muestra de pobreza.

Más adelante durante la carrera, también conocí temas de salud que fueron difíciles de aceptar para mi mente dónde estaba claro que el tejido adiposo era muestra de enfermedad o riesgo de salud, una maestra muy querida añadió a mi acervo académico que existen dos tipos de metabolismos “raros”, de los cuales hablaré más adelante en este artículo.

Como ya comenté, en nuestra época y al menos desde que yo tengo uso de razón, los cuerpos delgados son el ideal de belleza, en el pasado era mucho más evidente pues veíamos modelos de ropa súper delgados que incluso uno podría llegar a pensar que tenían algún problema de salud. Y es que ningún extremo es adecuado pero sobre todo, lo más inadecuado es ir contra nuestra constitución física.

Una cosa es ser delgado o grueso por naturaleza y otra cosa es querer cuadrar en esos cuerpos para los que claramente nosotros no hemos sido diseñados. Recientemente el ideal de belleza que nos rige, son los cuerpos delgados pero con masa muscular, es la nueva moda, lo nuevo “sano” y lo nuevo “bello”.

El pequeño problema que tenemos es que somos fáciles de convencer, y si constantemente nos están diciendo que algo “es así”, lo creemos, por tal hoy en día el no estar fit o delgados no es “bonito” y aunque están surgiendo muchos movimientos de “salud en todas las tallas”, me parece que la lucha está siendo grande y llevará tiempo que re aceptemos lo que Botero y el pasado nos vendía como bello.

Recuerdo que en un taller de psicología que me dieron durante la carrera nos hicieron esta pregunta y vaya que es difícil la belleza de lo sano, más que nada porque la belleza ES SUBJETIVA, sin embargo, la salud si es OBJETIVA. En Fit Fighters estamos en ese punto medio donde nuestra base es buscar la salud, sin embargo también vamos tras un cuerpo estético como el que nos han vendido.

Pero en esta búsqueda de encajar en un ideal de belleza, tenemos que tener en cuenta que no todos vamos a poder llegar tal cual como determinada persona, es importante ser claros con nuestros alumnos y sobre todo ser claros con nosotros mismos, Los cuerpos SON DISTINTOS, y es muy bello que admires el cuerpo de tal o cual persona pero es mucho más bello e importante que admires tu propio cuerpo y sobre todo que lo aceptes.

Y ni todos los cuerpos gruesos están enfermos, ni todos los cuerpos fitness o delgados están sanos. Para entender mejor este tema pasemos a la definición de salud que como ya mencioné es un parámetro mucho más medible que la belleza.

Es muy interesante saber que el término salud también se ha ido modificando, en el pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS), planteaba como saludable únicamente a los valores bioquímicos o aquellos datos que un médico pudiera recabar sobre un individuo, pero a medida que la vida se ha complicado, también lo ha hecho la definición de salud:

Quiero repetir por tercera vez: Bienestar físico, mental y social. Incluso me gustaría añadir espiritual pues al final del día somos seres físicos, mentales y espirituales y es en la armonía de estos tres cuerpos que hallaremos la salud. Sin embargo para no salirnos tanto del tema, nos centraremos en lo que dice la OMS.

Salud física se refiere directamente al cuerpo y por favor sigue leyendo porque aún no hablo de esas composiciones corporales “raras”.

El estado mental se refiere a la salud de la mente, traumas, creencias, ideas, pensamientos… todo lo que se refiere a nuestra relación con la mente también está incluida en nuestra salud y lo cierto es que muchas personas de las que vamos al gimnasio y llevamos un plan de alimentación muchas veces tenemos temas atorados en este nivel.

Lo social se refiere a nuestra relación con nuestro entorno el cual creo que tampoco lo estamos llevando del todo bien, y si a ello le sumamos que nos hemos metido en un estilo de vida fitness RADICAL, fracturamos aún más nuestra salud social.

¿Te das cuenta cómo una foto de instagram no nos dice absolutamente nada?.

Y bien lo prometido es deuda, al final de la carrera conocí estos dos términos que a la fecha me cuesta aún procesar y a mis pacientes aún más:

Obesos metabólicamente sanos y Flacos metabólicamente enfermos.

Yo soy una chica que ama correr y siempre llama mi atención como algunos corredores con evidente exceso de peso me pasan como gacelas, bien, ellos seguramente pertenecen a ese grupo de obesos metabólicamente sanos, personas que a nivel físico tienen la salud de un adolescente, así de maravilloso es el cuerpo. Claro que para saber si son completamente sanos hay que checar los otros campos que la OMS ya nos enseñó, ¿cómo están a nivel mental y social?, creo que no debe ser tan sencillo estar bien cuando la sociedad entera te dice que estás mal, me parece que hay que ser seres muy fuertes.

Por otro lado están las personas que parece no tener grasa corporal pero que cuando les hacemos una bioquímica sanguínea están al borde la vida y la muerte, colesterol y glucosa por los cielos, además de daño renal y esteatosis hepática y créeme estos cuadros clínicos son más comunes de lo que podríamos pensar.

Y es que sucede que en el caso de los obesos metabólicamente sanos, como se creen enfermos por tener un cuerpo grande, suelen cuidar mucho más su dieta y habitualmente hacen ejercicio.

En el caso contrario, cuando las personas se saben delgadas por naturaleza, piensan que pueden comer sin control pues al final del día no suben de peso y el ejercicio es justo para quienes suben de peso. Pero están muy equivocados.

Todos los cuerpos merecen por igual una dieta rica en nutrientes y sabor, así como ejercicio físico que rete a tu corazón, pulmones y la fuerza de sus músculos. Y sobre todo, todos los cuerpos merecen amor y respeto, y no siempre es buscar cambiar de peso.

Personalmente creo que todos tendemos hacia un cuerpo ágil y fuerte, sin embargo no todos vamos a lucir igual. No está mal ser fitness o delgado pero creo que dentro de este “no está mal”, también nos falta incluir que tampoco está mal tener un cuerpo grande.

Lo malo de los ideales de belleza es que nos dividen y en esa división crean frustración en muchas personas que físicamente están sanas pero causamos un daño a nivel mental y social. No todos los cuerpos tienen que perder peso, solo tenemos que cambiar la manera en la que los miramos y con urgencia expandir nuestra definición de “belleza”.