Como ya nos habrás escuchado o leído, en Fit Fighters solemos decir que “Todo cabe en la dieta sabiéndolo acomodar”, únicamente es cuestión de conocer nuestros macronutrientes y los macronutrientes que aportan los alimentos, para después únicamente hacerlos coincidir por medio de las porciones.

Si bien todo lo anterior es 100% real, en esta entrada hablaremos de algunos matices que debemos tener en cuenta antes de aplicar nuestra frase.

Como ya expliqué, si reducimos la nutrición a matemáticas puras, es posible en un 100% cuadrar nuestras necesidades nutrimentales, con el aporte macronutrimental de los alimentos, así sea el pollo más orgánico de la granja más feliz, hasta la hamburguesa con papas fritas con el aceite de la peor calidad.

Si a la fecha no sabes cuales son tus requerimientos, acude con un nutricionista para que te lo explique a detalle y te ayude a modificarlo cuando sea necesario. En cuanto a los alimentos, es fácil conocer sus características buscando en internet o apoyándote de nueva cuenta en un nutricionista.

Ahora pasemos a un segundo nivel a evaluar, a la hora de meter algo a nuestra dieta, aquí viene la composición corporal. Sabemos de sobra que un cuerpo con mayor cantidad de músculo que de grasa, es un cuerpo con mayor salud. OJO no estoy hablando de cuerpos 0% grasa, la grasa corporal como el músculo son necesarios, pero tener un desbalance entre estas dos masas corporales, puede traer daños a la salud.

La grasa corporal tiene “su magia” pero cuando se trata de comernos un alimento bajo en nutrientes pero rico en sabor, es mejor tener masa muscular, la cual nos va a proteger de las respuestas hormonales que llevadas día tras día, causan enfermedades crónico degenerativas.

Si vamos un paso más allá, y evaluamos nuestra situación actual por medio de marcadores médicos como presión arterial, glucosa en sangre, perfil hormonal, etc. y resulta que tenemos un estado de salud poco favorable, es entonces un mal momento para querer cuadrar alimentos bajos en nutrientes.

Comer es un placer, y muchas veces olvidamos el placer que existe en comer alimentos densos en nutrientes, física y emocionalmente nos hacen sentir mucho mejor, sin embargo, la industria alimentaria trabajan arduamente en ofrecernos alimentos altamente palatables, que nos causan placer inmediato pero que después pagamos caro el precio.

Otra situación en la cual no podemos hacer uso sencillo de cuadrar todo dentro de nuestra dieta, es cuando tenemos una meta muy puntual, lo cual es súper válido, ya sea que vayas a competir, ir de viaje, asistir a algún evento y quieras sentirte bien con tu aspecto, entonces deberemos limitar un poco el comer cualquier capricho.

Lo importante en este punto es que TÚ te sientas bien contigo mismx y que hagas lo que realmente te hace feliz a ti, te comparto que ahora mismo recuerdo cuando en el pasado hacia unos deliciosos ayunos prolongados, nadie entendía mi causa pero yo era inmensamente feliz, y de eso hablo aquí, de eso se trata este punto.

Y finalmente vayamos a un tema un poco más complejo, ¿qué pasa dentro de ti cuándo te das oportunidad de comer algo que cuadra en tus macros pero no necesariamente con tu filosofía?. A todos nos ha pasado comer algo que no queríamos pero que lo terminamos haciendo, ya sea por presión social o por un mal manejo emocional, que OJO, tampoco está mal, era la herramienta que teníamos en ese momento.

Una mala relación con la comida es un tema extenso y muy complicado de llevar cargando porque NECESITAMOS COMER, si identificas que tienes una mala relación con la comida, busca ayuda psicológica para hacer las paces con la comida y disfrutar SIEMPRE.