Grasa Parda vs Grasa Parda

¿Sabías que existe un tipo de grasa que es metabólicamente activa?, esto quiere decir que este tipo de grasa CONSUME ENERGÍA, además, tener este tipo de grasa en la etapa adulta nos hace lucir delgados, suena a locura ¿no es cierto?.

En esta entrada compartiré contigo un poco sobre este tipo de grasa y algunos métodos que puedes hacer para que tu grasa blanca (que es la que no nos gusta ver en el espejo), pueda modificarse a grasa parda.

Con el boom de la vida fitness, todo mundo parece querer deshacerse hasta del último gramo de grasa corporal, sin saber que esto no sólo no es posible sino que además no es sano para nuestra salud.

La grasa corporal no sólo está ahí para hacernos sentir vergüenza cuando vamos a la playa, también es un protector de nuestros órganos, nos aporta la energía necesaria cuando no tenemos alimento disponible, ayuda en el funcionamiento de nuestras hormonas (sobre todo en las mujeres) y nos protege del frío. Claro que todo ello en su justa medida, un exceso de tejido adiposo, como todo exceso es malo.

Pero dentro de nuestra acumulación de grasa corporal, también hay dos clases de grasa, una es la grasa blanca y otra la grasa blanca, ahora veamos las características de cada una de ellas.

La grasa blanca es el resultado de un exceso de energía, es decir, comer por encima de nuestro requerimiento. Todos los macronutrientes pueden ser almacenados como grasa, siendo los carbohidratos (en exceso) los primeros en transformarse en grasa corporal y con ello también dando paso a que la energía tanto de proteína como de grasas alimenticias sean acumulados de igual forma dentro de los adipocitos.

La grasa parda por su parte es un tipo de grasa que constantemente está utilizando energía acumulada, a ello se le conoce como METABÓLICAMENTE ACTIVO.

Como ya mencioné, este tipo de grasa se forma básicamente por un exceso de energía proveniente de la dieta, esto lo logramos también con una escasa o nula actividad física. Por tal, la manera de corregir este daño es haciendo justamente lo contrario, corregir o equilibrar la dieta en la energía y macronutrientes que realmente necesitamos y utilizar el exceso de energía almacenada, usualmente por medio del ejercicio físico frecuente.

Comenzar puede ser complicado, sobre todo si llevas muchos años comiendo mal y siendo sedentario pero una vez que pasas las semanas de incomodidad de hacer algo nuevo y comienzas a incrementar tu energía, vitalidad, mejorar tu estado de ánimo y tu salud, verás que se vuelve muy sencillo de llevar a cabo.

Este tipo de grasa que como he venido mencionando, gasta energía, es una especie de caldera que necesita consumir energía, cuando somos bebés tenemos bastante de este tipo de grasa, cuando tocas a un bebé logras sentir su calor, que no es otra cosa que esa grasita en acción, también sobra decir que aunque de bebé puedas tener brazos y piernas rellenitos, gozas de una excelente salud.

Las personas ultra marcadas que vemos en el gimnasio, claro que tienen grasa aunque en muy poca cantidad y suele ser grasa parda o grasa activa, la cual está continuamente siendo utilizada por los órganos del cuerpo y la masa muscular. Esas personas que son delgadas toda su vida también suelen tener este tipo de grasa dentro de su cuerpo, digamos que en ellos esto es un don.

La respuesta te va a fascinar, ya que SI es posible transformar nuestra grasa blanca en grasa parda con pasos muy sencillos, aunque OJO, realizar estas acciones no anulan el hecho de que tengamos que cuidar y mejorar nuestra alimentación y sobre todo también comenzar a mover nuestros cuerpos a la menor provocación.

Aquí he enlistado las 3 estrategias para cambiar de grasa blanca a grasa parda, pero vuelvo a repetir, ninguna de ellas sustituye una dieta sana y equilibrada y tampoco el hecho de hacer crossfit por la mañana, nos da el derecho de pasar el resto del día recostados en el sillón, siempre que puedas mueve tu cuerpo, piensa que unos movimientos explosivos, como subir y bajar escaleras, contribuirán a este cambio de grasas corporales.

Para finalizar me gustaría compartir contigo el método que mayor respaldo científico tiene y es nada más y nada menos que: PASAR FRÍO.

Todo hijo ha crecido con la idea de que hay que llevar suéter, sin embargo un exceso de comodidad también puede atrofiar nuestros sistemas, así que ocasionalmente vuelve a ser ese adolescente rebelde y sal a la calle olvidando ese suéter o al menos llevándolo en la mochila, tampoco se trata de causarnos una neumonía en nuestro afán de cambiar nuestro tipo de grasa.

Finalizar nuestro baño diario con un chorro de agua fría no sólo ayuda en este proceso de cambio de grasa corporal sino que además te va a dejar más despierto que cualquier café por la mañana.

Y finalmente si tienes oportunidad de nadar en agua fría como alberca o un río o mejor aún en donde vives suele nevar, ese es tu momento para apoyar a tu cuerpo en este proceso de recambio corporal.

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