Mejorar cada Día, sin Morir en el Intento.

Vivimos en una época altamente competitiva donde el hacer está a la orden del día, y esto no es del todo algo negativo, salir de la zona de confort nos hace crecer y descubrinos y en ese lapso, enamorarnos de nosotros mismos.

Sin embargo, no podemos negar que muchas veces puede ocurrir que en este intento de ser mejores cada día, sumemos a nuestra vida un estrés y ansiedad que hagan del camino el peor de los calvarios y no, la vida no se trata de ello, la idea es crecer y disfrutar.

La vida misma nos lleva a crecer queramos no, el cuento de Peter Pan y la ciudad perdida es sólo eso, un cuento y como mencionaba, crecer no es tan malo, sí, tenemos más responsabilidades, pero también más experiencias de vida y eso siempre será algo que agradecer.

En este crecimiento es importante ir tomando nuestros periodos de descanso, como cuando pretendes conquistar la cima de una montaña, es probable que inicies con toda la actitud pero en algún punto te canses y sea necesario tomar un descanso SIN TIRAR POR LA BORDA LA META, lo mismo debe suceder en la vida.

Lo más importante a la hora de querer mejorar es evaluar LO QUE ES IMPORTANTE PARA TI y lo que TÚ deseas hacer con tu vida, en este punto es importante que seas fuerte, valiente y segurx, porque la gente emitirá juicios y pudieran hacerte dudar e incluso claudicar.

Esta es tu vida, nadie más tiene porque vivirla ni decirte cómo deberías vivirla, sigue todo eso que te llama, te emociona y te conecta con la vida misma.

Abre tu mente y abrete al mundo, no permitas que con el pasar de los años, las creencias que te han llevado a donde hoy estás (bueno o malo), sean las que sigan dirigiendo tu vida, siempre intenta estar abiertx a la vida, recuerda que esta cambia a diario y si tú no cambias con ella te quedarás estancandx y te dirán el o la anticuadx.

No pasa nada si hoy tienes 40 años trabajando en lo mismo y de pronto te nace la idea de una nueva carrera, aprender un nuevo idioma o ¿por qué no, cambiar de trabajo?. Mientras haya vida, todo es posible.

Se paciente contigo, a medida que envejecemos se pierden habilidades pero SIEMPRE la práctica hace al maestro, así que no te desanimes si al elegir probar algo nuevo, no te sale bien a la primera, de hecho, cuando fuimos niños tampoco aprendimos a la primera pero éramos más tenaces y no nos importaba el qué dirán, cosa que cambia totalmente cuando somos adultos y se va potenciando día a día.

No te rindas y por favor aprende a reírte de todas las veces que te vas a caer, tomarlo con gracia hace que el golpe duela menos y por tal que volver a la carga no nos cause mayor temor, sabiendo que si volvemos a fallar, nos espera una gran carcajada.

No tienes que fijarte grandes metas todos y cada uno de los días, pueden ser cosas muy sencillas como aprender una nueva palabra, o quizá unas 5 palabras en otro idioma, ve a pasito de hormiga, al trote que disfrutes y no que termines sin aliento al final del día.

Recuerda que lo que no se usa se pierde, así que todos los días intenta “usarte” en algún ámbito, puede ser mental, físico, espiritual, descúbrete.

Pon tu enfoque en lo que amas de tu vida, aprende a disfrutar lo que has logrado, repito, toma esos periodos de descanso, necesarios para seguir avanzando. El estrés constante sólo te desgasta y también te engorda.

Afortunadamente la vida “común” no requiere vivir bajo presión todos los días, es norma que admiremos a las personas que han destacado pero la gran mayoría de ellos viven al límite, no es de extrañar que la gran mayoría de esas personas mueran prematuramente o tengan problemas de adicciones. Repito, agradece el punto en el cual tú estás ahora y disfruta.

Personalmente confío que estamos en este mundo para disfrutarla al máximo, y cada uno de nosotros la disfrutamos de mil maneras distintas, y todos estamos en lo correcto. Lo importante es que tú estés feliz con lo que estás viviendo y sino es así, tienes el mundo a tu favor para cambiar, solo es necesario ser valientes.

Crece y mejora cada día sin dejar de disfrutar.