Productos Light vs Versiones Regulares
Aunque la moda de lo light está siendo reemplazada por dietas altas en grasa como la cetogénica y la dieta paleo, dentro del mercado siguen existiendo productos “light”. Estas versiones son aquellas que han sido reducidas principalmente en grasa y por tanto calorías. El inconveniente al que se enfrenta la industria alimentaria al realizar estos procesos, es que cambia el sabor del alimento y la vida en anaquel es menor. En cuanto a la nutrición, la calidad del producto disminuye por los procesos a los que es sometido, además se le adicionan elementos sintéticos.
Por tanto, al producir una mayonesa light, la industria alimentaria tendrá que añadir otros ingredientes para garantizar el sabor, textura, color y vida en anaquel pero sacrificando por mucho la calidad nutricional del alimento.
La naturaleza hace las cosas perfectas o dicho de otra manera, hemos evolucionado gracias a lo que hay en la naturaleza, sustituir ingredientes naturales por sintéticos dañan nuestra salud ya que, hasta este momento hasta este momento aún no somos capaces de metaforizar eficazmente los aditivos creados en laboratorios. Si hay que elegir entre una mayonesa regular y una mayonesa light es mejor comprar la regular, aunque lo ideal sería utilizar aceites como el de oliva o aguacate para aderezar, o bien hacer una mayonesa casera, como la que te compartimos aquí Your text to link….
¿Qué Ocurre con los Lácteos?
Dentro de los lácteos tenemos la leche, el yogurt y los quesos. Los lácteos aportan a nuestra alimentación vitaminas liposolubles como la vitamina D, la cual es necesaria para la absorción de calcio en los huesos, también nos aportan proteínas, en cuanto a los carbohidratos, entre mayor sea la maduración del producto menor cantidad de este macronutriente nos van a aportar.
Por ejemplo, la leche es el primer alimento que obtenemos de las vacas, por tal es el menos procesado y el que por consiguiente contiene mayor cantidad de lactosa, el carbohidrato propio de la leche. Cabe mencionar que, ni los carbohidratos, ni la lactosa son dañinos para la salud, ni incompatibles con tu meta de perder peso, sin embargo, es cierto que hay personas que han perdido la capacidad para digerir este carbohidrato, razón por la cual puede caerte pesada. Ante esta situación, no hay más, tu cuerpo te esta indicando que este alimento no es para ti. Ni en versión light, ni deslactosada, ni ninguna otra. Prefiere otra opción de lácteos como quesos o yogures.
En la imagen anterior podemos resaltar que en las versiones light y regular de la leche, los carbohidratos se mantienen, mientras que la grasa si tiene una notable distinción, es decir, es muy probable que nuestra versión light contenga menor aporte de grasas como podría ser la vitamina D, entonces, la absorción del calcio (si es que sigue conteniendo por los procesos industriales a los que ha sido sometida) serán menores de manera natural. Aquí la industria puede agregar de manera sintética cuantos nutrientes considere importantes, sin embargo recuerda, tu cuerpo evolucionó con lo natural, no con lo sintético.
Personalmente no recomiendo consumir yogures saborizados, pero para fines de este artículo quise comparar la información nutrimental de dos bebibles del mismo sabor. En esta comparativa podemos notar que, si bien la versión light contiene muchísimo menos cantidad de azúcar (9 g vs 29.7 g) y menor cantidad de grasa (0.6 g vs 4.3 g), en endulzantes ambas opciones obtienen almidón y acelsufame K, ambos edulcorantes 200 veces más dulces que el azúcar. En este caso, a la versión light se le eliminó una fructuosa, que es el azúcar propia de las frutas y se sustituyó por sucralosa, esto para compensar e incluso potenciar el sabor dulce, produciendo a la larga, una mayor tolerancia y necesidad de sabores dulces.
En cuanto al queso panela, este es un queso fresco bajo en grasas, con aporte menor de carbohidratos en comparación con la leche o el yogurt, pero mayor contenido de carbohidratos comparado con un queso maduro. En esta imagen podemos destacar que, la variación de calorías, carbohidratos y grasas es realmente mínima, además, el precio de la versión light es más costoso por esa “supuesta” ventaja sobre el queso regular.
Mi recomendación es que, si toleras las versiones regulares de cualquier lácteo, optes por ellos ya que las grasas que contienen de manera natural son las que tu cuerpo reconoce y sabe aprovechar. Las versiones light, suelen compensar estas grasas por grasas sintéticas, almidón o sodio. Ahorraras dinero y salud consumiendo las versiones enteras.
Refresco… ¿Regular o Light?
Cuando estamos en un plan de alimentación enfocado a la pérdida de grasa, solemos cambiar en automático los refrescos regulares por las versiones light. Esto es una buena estrategia en cuanto a la reducción de energía y azúcar:
Sin embargo, realizar esta sustitución puede comprometer a largo plazo nuestra meta de diminuir nuestro consumo de sabores dulces, esto es debido a que, los edulcorantes que suelen utilizar para poder darle ese sabor dulce que regularmente buscamos en los refrescos, son hasta 200 veces más potentes que la propia azúcar, cómo es el caso del acesulfame potásico, edulcorante de la coca cola light. Recibir constantemente dosis de estos edulcorantes compulsan a seguir consumiendo sabores dulces. Además vuelvo a repetir, el azúcar (que en gran cantidad daña nuestra salud), finalmente es un producto que nuestro cuerpo reconoce, el problema de los edulcorantes es que son ingredientes muy recientes, a los cuales nuestro cuerpo aún no se ha habituado y si bien, un bajo consumo no dañará tu salud, el consumirlos con frecuencia puede provocar una cierta adicción que elevara el consumo y finalmente terminará de igual manera dañando tu salud.
Bueno y Entonces ¿Qué si Puedo Consumir?
En primer instancia pide a tu nutrióloga que haga las sustituciones correspondientes en tu plan de alimentación para poder darle paso a los alimentos enteros o regulares y eliminar las versiones light. Ahora bien, si tienes deseo de una bebida dulce y gasificada, prefiere consumir agua mineral con el jugo de un limón, rodajas de pepino, hojitas de menta e incluso berries o fresas, o gotitas de jugo de naranja.
Cuida que tu alimentación en la mayoría de las situaciones sea lo más natural posible en cuanto a los procesos de elaboración, dicho de otro modo, ante cualquier alimento reflexiona un poco por cuantas manos tuvo que pasar, entre menos manos hayan tocado tu alimento, mejor será para tu cuerpo.