Cómo aumentar las probabilidades de éxito al empezar a entrenar a ti mismo o a un cliente
Hace algunos años empecé a entrenar a un amigo que me dejó un aprendizaje muy grande. Él llego conmigo después de haber estado con alguien que yo consideraba un muy buen entrenador, pero nunca tuvo los resultados que esperaba.
Al hacer la entrevista inicial, su principal queja fue que su antiguo entrenador no era flexible con él.
Como entrenador a veces tienemos la idea que tu palabra es ley y que las personas deben de obedecer tus indicaciones al pie de la letra si quieren ver resultados. Esto hace que la persona tenga que adaptarse a tus reglas y pone toda la responsabilidad del cambio en tu cliente, ya que si hace las cosas va a cambiar, y si no las hace, no es tu responsabilidad que no se hayan presentado esos cambios.
Hay personas que van a obedecer todas tus indicaciones, pero también las hay (y son la mayoría), las que no quieren modificar su vida entera, ellos sólo quieren estar más saludables. Y no quiere decir que no quieran cambiar, lo que quiere decir es que todavía no tienen la disciplina ni están preparadas para organizar todos los aspectos de su vida en busca de lograr su objetivo.
Muchas personas te van a decir que lo harán, pero la verdad es que conforme pasen los días verán que no es sencillo dejar todas las actividades que entorpecen su progreso y muchas de ellas terminaran abandonando su cambio.
Como entrenador tienes que anticiparte a esto y debes tener la capacidad de “leer” a la persona desde el comienzo. Esto puede ser la diferencia entre ayudar a una persona a que cambie su vida o volverla a arrojar al sedentarismo.
Yo hago una entrevista inicial siempre que empiezo a entrenar a alguien. En esta entrevista hago una serie de preguntas que me ayudan a conocer más a mi futuro cliente. Esto es lo que busco conocer en una persona antes de empezar a entrenarla:
1. Su historia médica.
Trato de averiguar si hay alguna condición donde necesite tener más cuidado, ya que una lesión de rodilla de hace 10 años, fácilmente puede reaparecer con una selección inapropiada de ejercicios.
2. Sus expectativas de resultados y los tiempos en los que cree lograrlos.
Esto me puede ayuda a ver si sus expectativas son reales y si no lo son, ayudarle a entender por que lo que me pide es posible o no en el tiempo que se esta marcando.
3. Sus hábitos sociales.
Tener una vida social muy activa puede entorpecer el desarrollo de la persona, sobre todo si su círculo social no es el más adecuado.
Le pregunto si su círculo inmediato o familiar puede apoyar la decisión que esta tomando. Si la familia apoya las probabilidades de éxito pueden ser mayores.
4. Sus hábitos alimenticios.
El alimento es muchas veces el principal obstáculo para el progreso. Hay personas que tienen un descontrol total en este aspecto. Si yo llego con una dieta estricta y pidiendo que carguen con toppers a todos lados lo mas probable es que pierda a esta persona desde el inicio. La mayoría de las ocaciones con poner metas sencillas como quitar sodas, aumentar un snack sano en el día o no saltarse el desayuno se pueden empezar a lograr cambios sorprendentes y motivar a la persona a que cada vez vaya un paso mas adelante.
Obviamente todas estas preguntas van acompañadas de una asesoría física para ver la condición actual y poder poner metas a corto y mediano plazo. El peso, las medidas antropométricas y el porcentaje de grasa son datos que CUALQUIER ENTRENADOR DEBE DE TENER ANTES DE EMPEZAR A ENTRENARTE. Desconfía de quien no te toma por lo menos alguno de estos datos ya que ¿como podría saber si lo que te esta poniendo a hacer esta dando resultados? Yo siempre digo que “lo que no se mide no puede mejorarse” así de simple.
LA FÓRMULA MÁGICA PARA AYUDAR A ALGUIEN A QUE ALCANCE RESULTADOS TODAVÍA NO SE HA INVENTADO.
Ok, ya tienes una idea más clara de lo que tu cliente quiere, necesita y está dispuesto hacer. Pero ahí no acaba todo. Esto es solo el comienzo. Para que una persona llegue a alcanzar su máximo potencial debes de estar al pendiente de como esta “sintiéndose” con tu programa.
No existe una receta universal para poner a alguien musculoso, o hacer que baje de peso, o que adquiera tono muscular. Existen ciertos estándares de trabajo que utilizamos los entrenadores, para con nuestros conocimientos y experiencia empezar a ayudar a alguna persona. Pero estos estándares necesitan ser modificados en el camino pues cada persona es distinta y reacciona distinto al entrenamiento y a la alimentación.
Por eso es muy importante que tú como alumno ayudes a tu entrenador, no solo haciendo lo que él te pide, sino escuchando y viendo como reacciona tu cuerpo al entrenamiento. La persona que puede llegar a conocer mejor tu propio cuerpo eres tú mismo.
Por eso la comunicación alumno coach debe ser constante. Esto será de mucha ayuda para tu entrenador ya que le mostrará las modificaciones que se tienen que hacer a tu programa para alcanzar tu máximo potencial, esto es un trabajo de equipo y aunque tu entrenador está capacitado para ayudarte, el necesita también tu ayuda.
Yo se que no todos tienen entrenador, en un mundo ideal todos deberíamos tener uno (yo pronto tendré el mío ya les contaré de este nuevo proyecto) pero si no tienes alguien que te guíe, este cuestionario inicial también puedes analizarlo tu mismo. Muchas veces empezamos a hacer ejercicio sin expectativas, o tenemos las expectativas más altas y dejamos fuera el trayecto que es lo que realmente importa. Ya he escrito esto, pero mientras mas claro tengas tus objetivos y seas realista con ellos, va a ser mas probable que no claudiques.
Al final recuerdo que esto es un estilo de vida.
Para tu éxito.
Emmanuel Navarro.
Entrenador Personal.