Cena Abundante O Ligera… He Ahí El Dilema
La cena es un tiempo de comida el cual está rodeado de miles de mitos y aseveraciones. Te lo cuento porque desde que yo era niña mis papás me decían “no cenes tan pesado porque te vas a poner más gordita” o “ya no comas pan, ya es noche” … te aseguro que tú has escuchado algún comentario parecido.
La realidad es que la cena es un tiempo de comida más, como cualquier otro, como el desayuno y la comida, el problema es cuando vemos a la cena como un tiempo de comida especial.
Hace algunos años se pensaba que el comer por la noche no resultaba ser tan benéfico para nuestra salud, la justificación a este hecho era que como ingeríamos alimento a pocas horas de acostarnos, lo que comíamos era energía que no se ocupaba y por ende, se almacenaba como grasa. Lo que hoy se sabe es que esto no es verdad siempre y cuando respetes tu requerimiento calorcito durante el día.
Es decir, mientras durante el día consumas la cantidad de energía en una correcta distribución de macronutrientes, puedes llegar a tus objetivos independientemente de cómo decidas repartir tus calorías. Por ejemplo, si tu requerimiento calórico durante el día es de 1800 calorías puedes distribuir estas calorías de diferentes maneras por ejemplo, en el desayuno 600 calorías, en la comida 600 y en la cena 600. La ventaja de distribuir tus calorías en partes iguales es que mantiene tus niveles de apetito estables, pero a final de cuentas es lo mismo que los ejemplos siguientes.
O bien, en el desayuno 300 calorías, en la comida 300 y en la ceba 1200 calorías, ves, en este caso la cena es el tiempo de comida con la mayor cantidad de calorías, pero no pasa nada porque sigues dentro de tus requerimientos energéticos.
Otro ejemplo podría ser que en la mañana consumieras 1200 calorías, 400 calorías en la comida y en la cena 200 calorías. En este caso la cena es muy ligerita, y de igual forma que en los ejemplos anteriores está bien, no pasa nada porque seguimos dentro de nuestro requerimiento calórico.
Cada uno de los ejemplos anteriores muestra una forma de repartir nuestras calorías y es correcto, lo malo viene cuando excedes la cantidad de calorías que necesitas al día, o bien, cuando dejas de escuchar a tu cuerpo y no comes bien durante el día, entonces llega la noche y te das un atracón de aquellos, atracón que evita que te mantengas consciente de las calorías que estás consumiendo, y esto te lleva a una ingesta excesiva de alimentos y de calorías.
Para concluir, la cena es un tiempo más de comida, no es una comida especial, ni menos ni más que las demás que realices al día, sin embargo, como todo tiempo de comida debe ajustare a ti, a tu estilo de vida, a tus gustos y a ti por completo. Es decir, yo en lo personal soy una persona que en este momento de mi vida no puedo cenar demasiada comida, y menos alimentos demasiado cargados en proteína porque en la noche me genera malestar estomacal y se me dificulta conciliar el sueño, pero hace algunos años yo no tenía ningún problema con ello. Así que ahora hago mis cenas ligeras y acompañadas de un té caliento que me ayude a conciliar el sueño.
Pero ¿ves? Esto de la cantidad de comida, que si debe ser más por la mañana o por la noche es diferente para cada persona, y también diferente para ti dependiendo de cada una de las etapas de tu vida. Es por esto que siempre recalcamos en cada uno de nuestros escritos “escucha a tu cuerpo”.
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