Creando un espacio para los Entrenadores Personales.
Fue duro el inicio pero bien dicen que de la adversidad nacen las oportunidades.
Y ahí estaba, después de ocho años como uno de los entrenadores más productivos de la compañía, fui despedido. Ahora lo veo como una de las mejores cosas que me haya pasado, pero en ese momento todos los miedos que había tenido a lo largo de mi carrera profesional, se materializaron. Un entrenador sin el respaldo de un gimnasio para trabajar.
Mi primer reacción fue buscar otro gimnasio donde tuviera la “seguridad” de tener clientes para trabajar, así que llame a una amiga entrenadora y rápidamente conseguí una cita en el mejor gimnasio de la zona. La cita con el reclutador del gimnasio no fue lo que esperaba, sin importar mi experiencia y mis logros laborales debía empezar desde abajo, estar en piso buscando clientes, llegar a una meta, etc., etc., etc. Le di las gracias y empecé a replantear mis opciones. ¿Sería posible crear una cartera de clientes sin el respaldo de un gimnasio.?
Yo ya había saboreado las ventajas de trabajar por mi cuenta, de hecho, en el momento en que me corrieron, a la mitad de mis clientes los entrenaba en sus casa o en parques públicos, pero de alguna manera u otra los había conocido por medio del gimnasio en el que laboraba, ya sea porque alguna persona del Gym me había recomendado a algún familiar o porque algún cliente del Gym había comprado algún departamento con gimnasio incorporado y me había pedido que lo fuera a entrenar a su casa. Realmente no fui yo el que tuve la visión de empezar un negocio propio de entrenamiento personal, sino que fueron las circunstancias las que me llevaron a descubrirlo, pero sin importar el origen, era un negocio mucho más lucrativo que el de trabajar para algún gimnasio. Al fin y al cabo, todo lo que cobraba era para mi y no tenía que compartirlo con nadie. Haciendo cuentas, 4 horas de entrenamiento personal por mi cuenta, equivalía a 12 horas de trabajo en mi gimnasio, además, yo era mi propio jefe y no tenía que darle explicaciones a nadie.
Así qué decidí dejar mis miedos a un lado y empezar a buscar información para poder crear un negocio completo propio y empezar a buscar clientes de una manera distinta a la tradicional. Empece a leer distintos libros de marketing, creación de páginas web, psicología humana y algunos pocos libros del tema que existen (todos en ingles). Poco a poco fui aplicando estos métodos y ahora, un año después de empezar a trabajar por mi cuenta puedo decir que NO ES NECESARIO SER ENTRENADOR PERSONAL EN UN GIMNASIO PARA SER PRODUCTIVO.
De hecho, al estar trabajando dentro de ese esquema te limitas únicamente al microcosmos que implica un gimnasio. El trabajar por mi cuenta me ha permitido trabajar menos y ganar más, pero sobre todo me ha abierto los ojos a un tema que no es común dentro del entrenamiento personal. El Fitness Business, o el negocio del Fitness es un tema que hemos dejado de lado a la hora de formarnos como entrenadores personales, y es, si no más importante, igual de importante que los conocimientos que debemos de tener sobre anatomía, fisiología, kinesiologia, nutrición etc.
A lo largo de mi carrera he visto como entrenadores capaces y con muchos conocimientos, luchan por conseguir clientes, y como prefieren seguir quejándose de la ausencia de ellos y las pésimas estrategias de venta de su gimnasio en lugar de salir de este esquema y buscar ellos sus propios clientes.
Por eso y sin otro afán más que el de ayudar a desarrollar esta nueva profesión que tanto amo, decidí empezar este blog, el cual pretende ser un espacio dedicado a compartir información que nos den las herramientas de ser mejores entrenadores en todos los sentidos, y poder tener todas las herramientas que nos permitan desde conseguir clientes y poder entrenarlos de la manera más eficaz y profesional posible para poder crecer en nuestro negocio, poder tener mayores ingresos y disfrutar de una mayor calidad de vida teniendo más tiempo para dedicarlo a lo que nosotros queramos.