La homeostasis es el conjunto de mecanismos por los que los seres vivos tienden a mantener constantes las propiedades de su medio interno.
En otras palabras. El cuerpo prefiere no cambiar, y mantenerse siempre igual. Esto lo hace como un mecanismo de protección, ya que como la vida misma, el cambio implica acción, incertidumbre, movimiento.
Para que podamos modificar nuestro cuerpo y romper la homeostasis necesitamos estimularlo.
Estos estímulos yo los catalogo en 2 grupos: positivos y negativos.
Los estímulos positivos ayudan a mejorar la condición física y conseguir un cuerpo más saludable. Ejemplos de estímulos positivos son: hacer ejercicio, comer bien, estar contento, dormir las horas que debes.
Los estímulos negativos hacen que vayamos en la dirección opuesta, que perdamos condición y salud. Ejemplos de estímulos negativos son: no ejercitarse, no comer adecuadamente, el estrés, dormir mal, fumar, tomar.
Ahora bien, el cuerpo no trabaja por estímulos aislados. Es decir, si eres una persona que hace ejercicio, no por comer hoy 2 pizzas y tomar 2 litros de Coca-Cola, vas mañana a estar mas gordo. De la misma forma, si eres una persona sedentaria, no por hoy correr un maratón mañana vas a estar mas delgado o saludable.
El cuerpo entonces, necesita muchos estímulos constantes del mismo grupo para empezar a cambiar y mantener una tendencia.
Es por esto por ejemplo que si eres una persona que hace mucho ejercicio, cuidas tu alimentación, no fuma, etc. y entras en un periodo que no puedes hacer estas actividades por alguna causa, el cuerpo sigue manteniendo su nivel por cierto tiempo, ya que no se han sumado los suficientes estímulos negativos para cambiar la tendencia positiva del cuerpo.
De la misma forma, si eres una persona sedentaria necesitas sumar una cantidad de estímulos positivos suficientes para mover tu cuerpo a una tendencia positiva.
El objetivo entonces es acumular la suficiente cantidad de estímulos positivos para que el cuerpo venza esa homeostasis y logre avanzar.
Esto obviamente tardara más en suceder si por cada estímulo positivo sumamos uno negativo, o por cada dos positivos sumamos un negativo.
El problema viene cuando después de sumar estos estímulos positivos nos encontramos en un nuevo punto homeostatico superior al anterior, ya que ahora el cuerpo se ha acostumbrado a esos estímulos positivos a los que le hemos expuesto y ahora tendremos que modificarlos para forzar al cuerpo a que siga avanzando. por eso nos estancamos, porque aunque ya somos personas activas, creemos que con hacer lo que hasta ese momento hemos hecho es suficiente, y ahora también empezamos a meter uno que otro estímulo negativo (borrachera, comida con familia, botana en el cine.)
Ahí es donde debes aprender a variar los estímulos positivos. Más volumen, más intensidad, más peso, cambiar tu alimentación, dejar de tomar, etc. Hay muchas manera de lograr estimular de formas distintas al cuerpo. Solo hay que saber identificar que variable debemos modificar para tener un mejor resultado. También es importante comentar que trates de variar un solo elemento, ya que el variar muchos puede traer problemas de sobre entrenamiento y lesiones.
Como consejo, escoge alguna variable de tu entrenamiento y/o alimentación y modifícala. Verás que esto puede ser suficiente para que tus progresos sigan presentándose.
Personalmente, desde entiendo este sistema de estímulos, me ha ayudado a alcanzar mis metas porque entiendo que no es un sistema cerrado, donde todo esta bien o todo esta mal. He aprendido a saber con qué frecuencia puedo meter estímulos negativos sin estropear la tendencia positiva de mi cuerpo.
Ademas es una forma de clasificar el acto que estamos haciendo, y entender si ese estímulo me va a acercar o a alejar de la meta que tengo.
Espero que te ayude a ti también.