LA MENTIRA DETRÁS DEL CONSUMO DE AGUA ALCALINA
Vivimos en un mundo en el que nos encontramos bombardeados de publicidad engañosa para ser el consumidor perfecto de productos que nos prometen librarnos del sobrepeso, obesidad, o hasta del cáncer. Sin embargo ¿Te has preguntado si realmente estas cosas que prometen son verdad?
Un buen ejemplo de esto son las aguas alcalinas, las cuales nos prometen una infinidad de cosas al consumirlas, tales como retardar el envejecimiento, disminuir el riesgo de padecer cáncer, restaurar el equilibrio celular, alcalinizar el cuerpo, desintoxicarte,… ¡En fin! Pero ¿Cómo es que una simple agua con un potencial de hidrógenos mayor puede hacer todo esto?
Todo comienza a partir de una hipótesis que surgió en el ámbito científico, en dónde suponían que una dieta alcalina podía reducir el riesgo a padecer cáncer, ya que el ambiente para la proliferación de las células de tumores cancerosas es ácido. Sin embargo, actualmente no hay ningún estudio científico que demuestre que el comer o beber alimentos con un pH base, sean un factor que intervenga en el pH sanguíneo, y por ende, prevenga el cáncer.
El pH de nuestra sangre se encuentra entre 7.3-7.4, una pequeña variación en éste nos podría causar graves problemas de salud como una alcalósis o acidosis metabólica, y es por esta razón que nuestro cuerpo tiene mecanismos naturales para regular el pH.
Por ejemplo, nuestro estómago tiene un pH ácido debido a la secreción del ácido clorhídrico, el cual nos ayuda a digerir los alimentos. Pero al pasar la comida de estómago a intestino delgado; el duodeno (primera sección del intestino delgado) secreta una sustancia base que neutraliza el pH del bolo alimenticio, para que éste tenga el pH ideal para ser absorbido y lleguen los nutrientes a torrente sanguíneo con pH de 7.3-7.4.
¿Lo ves? Aunque los alimentos sean alcalinos o ácidos, el cuerpo reaccionará para que el potencial de hidrógeno se mantenga siempre estable dentro de nuestra sangre. Cabe mencionar, que es un tema que no se ha estudiado (o investigado) y la poca información que hay no muestra un cambio significante al consumir agua alcalina.
Sin embargo, para la regulación del pH interfieren los riñones, nuestros pulmones por medio de la respiración y algunas reacciones químicas. Es decir, cuando consumimos cargas importantes de alimentos con pH ácido, el cuerpo lucha por mantener el pH en sangre, al igual que con alimentos con pH alcalino. A lo que concluyo, nuestra alimentación debe ser variada, completa, equilibrada y sin excesos, pero sobre todo, no caer en este tipo de publicidad engañosa que lo único que hace es que nuestra dieta sea mucho más costosa.
Para finalizar, los beneficios del consumo de agua alcalina no están científicamente comprobados y nos venden este líquido casi 3 veces más caro que lo que nos cuenta el agua común y corriente. Ahora, está en tus manos tomar la decisión; si tomar estas bebidas y gastar más del triple en un producto que ni siquiera tiene respaldo científico en lo que ofrece, o bien, optar por agua más económica y que respeta las Normas Oficiales Mexicanas encargadas de regular estas bebidas.
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