Ok, entre tantas maneras y métodos para bajar de peso encontramos los Tabatas. Llevan este nombre porque fue una prueba diseñada por Izumi Tabata, un profesor japonés que estaba estudiando distintos métodos de entrenamiento para optimizar los resultados en atletas en el año de 1996.
El estudio llamado originalmente protocolo IE1 se llevó a cabo de la siguiente manera:
Tomo al equipo olímpico de patinadores de velocidad japonés y lo dividió en 2 grupos.
El grupo de control o grupo 1, hizo durante 8 semanas un entrenamiento continuo aeróbico con una intensidad moderada y sostenida, 5 veces por semana. Es decir los puso en una bicicleta estacionaria pedaleando a una intensidad del 70% de su esfuerzo máximo durante 35 minutos, 5 veces por semana.
Al grupo 2, lo puso a pedalear a una intensidad del 170% de su esfuerzo máximo ( no se cómo sea esto posible, pero así dice el estudio jaja) por intervalos de 20 segundos de trabajo por 10 segundos de descanso total. Esto, durante 8 ciclos, o sea 4 minutos de trabajo. Y esto repetirlo 4 veces por semana.
Para resumir, un grupo hacia como 3 horas de ejercicio por semana de baja intensidad y larga duración, y otro grupo sólo hacia algo así como 16 minutos de ejercicio por semana (sin contar ambos grupos el calentamiento y estiramiento).
El resultado que obtuvo, fue que ambos grupos habían incrementado su capacidad aeróbica (aguantaban más corriendo por ejemplo) en un porcentaje muy similar, y que además, el grupo 2 o el que había hecho los Tabatas, había incrementado su capacidad anaeróbica (podían pedalear más rápido, por ejemplo).
Así qué ustedes se imaginarán el revuelo que causo este estudio, ya que demostraba que podías tener los mismos resultados con sólo un 10% del tiempo total invertido.
La pregunta obligada es: ¿si ya se demostró que es mejor este tipo de entrenamiento, porque me sigues dejando rutinas de 30 minutos o más?
Pues no es tan fácil, para empezar este estudio se hizo con patinadores olímpicos, gente muy bien adaptada al entrenamiento, y cuyo objetivo principal no era meramente estético. Hay muchos estudios que han avalado las ventajas de los Tabatas, pero ningún sistema de entrenamiento los considera como su base de funcionamiento.
Por otro lado, como cualquier cosa que hacemos con nuestro cuerpo, al principio el cuerpo responde, pero después de cierto tiempo el cuerpo se acostumbra y los resultados dejan de aparecer. Lo mejor es tener una rutina variada, que incluya muchos tipos de entrenamiento.
Además, para hacer Tabatas se necesitan utilizar ejercicios de muchísima demanda física. Esto para alcanzar una intensidad máxima a la hora de hacer los ejercicios y que el método cause el impacto buscado en el cuerpo. Muchas personas necesitan entrenar mucho tiempo o ya tener una buena base atlética para poder soportar estas intensidades de entrenamiento sin marearse o no lastimarse.
Aclaro: Podemos hacer Tabatas en cualquier nivel de entrenamiento, pero para que sean efectivos en el sentido teórico necesitan implicar un gran esfuerzo.
El tabata se considera parte de un método de entrenamiento llamado HIIT por sus siglas en inglés (High Intensity Interval Training) el cual analizaremos a fondo más adelante, cuya base se centra en el EPOC (Excess Post-exercice Oxygen Consumption) que representa la cantidad de energía que el cuerpo necesita gastar, para recuperar el estado que tenía antes de hacer ejercicio.
En otras palabras, con ejercicios de mucha intensidad y poca duración el cuerpo gasta muchas calorías, pero estas calorías provienen en su mayoría del azúcar que tenemos en sangre y músculos acumulada. Donde realmente gastamos calorías procedentes de la grasa (que son las que nos interesa gastar para bajar el porcentaje de grasa y vernos mejor) es cuando el cuerpo se esta recuperando de esta clase de entrenamientos.
Se han hecho estudios que demuestran que después de un entrenamiento tipo HIIT, el cuerpo puede tardar hasta 48 horas en recuperar su estado original. Ahí es donde debemos centrarnos para alcanzar las metas deseadas.
Como última recomendación. Yo uso los Tabatas como entrenamientos emergentes. Es decir, si no pude hacer mi rutina un día o si no voy a poder hacer ejercicio por un periodo de tiempo, hago un tabata de algún ejercicio en la mañana y otro en la noche, así me aseguro de que mi metabolismo sigue muy activo, aunque no este haciendo ejercicio formalmente. Recomiendo usarlos de la misma manera. Es mejor hacer algo que perder por completo el día de entrenamiento.